"Insultos electrónicos" La nueva moda entre escolares

Lo hacen niños de las escuelas primarias, a sus compañeros, por mails o SMS. Utilizan términos amenazantes. Las mujeres son las más hirientes.
Una niña de 11 años de una escuela primaria básica del radio céntrico bahiense debió ser contenida por las profesionales del Equipo de Orientación Escolar (EOE), a raíz de los mensajes de texto y mails que recibía a diario por parte de compañeras, que la hostigaban.
Anónimos, incontrolables e intimidantes. Así es la última moda de agresión de los niños de escuelas primarias bahienses que utilizan Internet o aparatos de telefonía celular contra sus pares, con adjetivos descalificantes, comentarios dañinos y hasta amenazas de golpes.
La situación afecta a pequeños a partir de los 10 años, tanto de clases altas como bajas, que concurren a establecimientos educacionales privados y públicos, y son portadores de líneas celulares, según confiaron fuentes oficiales educacionales.
"Te vamos a borrar tu linda cara", "Cuidate, buchón", "Patito feo", "No sabés con quién te metés", "Gorda" o "Narigón", son algunos de los ejemplos que se pudieron conocer y reproducir, porque algunos son muchos más descalificantes e incluyen fotos o vídeos.
La realidad indica que las razones de los mensajitos de texto o mails son difusas y variables en cada caso, pero, en general, coinciden en el propósito de hacer sentir mal a las víctimas, que son, en general, alumnos de la misma institución; en especial, compañeros de curso.
Según explicaron las inspectoras de Psicología, a cargo de los EOE, Zulma Durand y Edith Piangatelli, se incrementan los casos en que la tecnología es utilizada por alumnos cada vez más chicos para dañar a sus pares, como parte de la escalada de violencia entre menores que se registra en las escuelas.
"Cada vez son más los hechos que los chicos denuncian ante las orientadoras, porque reciben mails agrediéndolos, descalificándolos, que los desalientan para ir a clase", informaron.
"Es parte de la violencia oral que se evidencia en las instituciones educativas. Lo que se advierte es que se da mayormente en las primarias, con alumnos pequeños", agregaron.
Si bien parece un fenómeno que data de algunos años, la diferencia estriba en que ahora se han multiplicado (especialmente, por la cantidad de estudiantes que poseen celulares), y que las víctimas se animan en este momento a denunciarlo con mayor asiduidad.
"Los chicos que son víctimas de este tipo de acoso tienden a ocultarlo, por vergüenza. Pero es fundamental que lo cuenten, porque no se debe minimizar este tipo de comunicación y porque los victimarios también necesitan ayuda", acotó Piangatelli.
Las profesionales sostuvieron que los chicos que realizan este tipo de insultos mediáticos buscan desestabilizar emocionalmente a sus víctimas, asustarlas y presionarlas, al punto de utilizarlo como estrategia para que abandone la escuela, corte con su novio/a, falte a una fiesta o cambie de amigos. Y que utilizan distintos horarios y momentos para hacer llegar sus palabras carentes de afecto.
"Les provoca baja de la autoestima, aislamiento, descenso de la atención y disminución en las calificaciones", explicó Durand.
Ambas indicaron que se debe prestar atención a los síntomas, porque los victimarios suelen aprovecharse del silencio de sus víctimas y de la privacidad de las cuentas de mails , que los chicos ocultan a sus padres, hermanos o mayores a cargo.
"Los padres deben saber qué hacen sus hijos en Internet-- agregó Piangatelli--. La violencia no es de la escuela, es aprendida. Se muestra en la escuela como en otros ámbitos".
Las agresiones con celulares o a través de Internet se realizan a cualquier hora (pueden ser en el recreo, antes de ingresar al aula o, incluso, en horarios difusos, tipo medianoche, que asustan e impiden el sueño).
Y si bien utilizan números desconocidos y cuentas con nombres poco identificables, los victimarios dan a conocer detalles sobre la vida escolar o situaciones personales de las víctimas que sólo son sabidos por compañeros, por lo que, en general, las sospechas de los niños afectados tienen uno o varios destinatarios conocidos.

Fuente:LaNueva.com

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